Pr. Rigoberto Venegas M.

2 min.

El Corazón

Serie: El Momento Oportuno

Día 2: Corazón

“...Si hoy escuchamos su voz, no seamos tercos, como cuando nos rebelamos en el desierto, cerca de Masá” (Salmos 95:7-8 TLA).

Cuando la Biblia menciona al corazón, se refiere al asiento de la voluntad, las emociones y la mente de las personas. Es donde se toman las decisiones que determinarán el rumbo de nuestras vidas; lo que domine allí, también controlará nuestras vidas.

Casi todas las versiones en español de la Biblia traducen la terquedad y la rebelión, en el Salmo 95:7-8, como “endurecer el corazón” y, precisamente, esto fue lo que ocurrió a los israelitas en el desierto. A pesar de haber visto quién es Dios a través de los milagros y maravillas, tuvieron una actitud de terquedad y rebeldía. Tomaron la decisión de oponerse al señorío de Dios en sus vidas.

Si somos honestos con nosotros mismos, tendremos que admitir que Dios también se ha mostrado como alguien real en medio nuestro y ha mostrado Su gloria, amor, bondad, provisión y cuidado con nosotros, pero ¿cuál ha sido nuestra actitud hacia Él?

¡Cuida tu corazón!

Es nuestra responsabilidad cuidar lo que permitimos que entre en nuestro corazón, porque la mala semilla que brote (codicia, mentira, orgullo, envidia, odio, avaricia, idolatría, deshonra y cualquier otra) destruirá nuestra relación con Dios, nuestro prójimo, y hasta a nosotros mismos.

El rey David reconoció que había pecado contra Dios, y se arrepintió pidiendo perdón1. Él decidió vivir una vida de obediencia y dependencia a Dios, y mantenerse alejado de aquello que pudiese ofender a su Dios.

¡Con inteligencia!

Es muy fácil empezar a deslizarnos hacia un corazón duro. Esto no ocurrirá abruptamente. Es un proceso casi imperceptible y si no se toman los correctivos necesarios a tiempo nos haremos daño a nosotros mismos, y también a otros.

Debemos vigilar nuestro corazón, pero con inteligencia, como aconseja el rey Salomón.2 Conscientemente debemos ejercitarnos en conocer, amar, y obedecer a Dios; cuidándonos de las cosas “pequeñas” que pueden causar grandes problemas en nuestras vidas; evitando lo malo; permitiendo que Él nos dirija a través del Espíritu Santo, para recibir su ayuda cuando vengan las dificultades.

Dios quiere darnos un corazón nuevo y poner un espíritu nuevo dentro de nosotros. Él quiere quitar ese terco corazón de piedra y darnos un corazón tierno y receptivo,3 ¿aceptarías su regalo?

1 Salmo 51:10 2 Proverbios 4:23NBLA 3 Ezequiel 36:26 NTV

Pr. Rigoberto Venegas

Serie: El Momento Oportuno

Dpto. de Redacción NotiCristo

Dpto. de Diseño: Desiree Tarrío

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