En un popular sector de la ciudad de Maracay, estado Aragua; dos integrantes de una familia perteneciente al Ministerio Internacional “Vínculos de Amor” cruzan la calle y tocan a la puerta de sus vecinos. Llevan en sus manos una cesta de alimentos para donar, motivados por la estrategia de ayuda social con la cual el Señor inspiró a la iglesia a través de sus pastores Wanda y Samuel Ferreira, y que han denominado “Plan Maná”.
“En medio de la crisis que está viviendo el mundo entero, que nos ha llevado a confinamiento y cuarentena, existen muchas personas que no tienen como adquirir los alimentos y otras que no tienen como desplazarse para ubicar esos alimentos. Nosotros, la iglesia de Cristo, podemos hacer algo por ellos, una acción social, allí mismo en el perímetro donde vivimos, sin tener que trasladarnos a mayores distancias, con nuestros vecinos inmediatos, compartiendo de nuestra propia provisión recibida de Dios, con aquellos que les falta alimento. Eso es el Plan Maná, compartir lo que tenemos” dice Samuel Ferreira, pastor del referido Ministerio. Y continúa "Consiste en que cada creyente, de lo que tiene, aparta algo para llevarle a su vecino, que no tiene”.
De esta manera el pastor explica la estrategia de apoyo solidaria que han enseñado a los miembros de su iglesia, para poner en práctica los valores cristianos. “Primero se hace un estudio acerca de las necesidades que hay en el vecindario” -explica- “identificando a las familias o personas más vulnerables, para auxiliarlas en la parte alimenticia o de medicinas”.
En ese mencionado estudio previo, los feligreses de “Vínculos de Amor” buscan identificar a la población más necesitada de ayuda en sus respectivos sectores. Ancianos, padres de familia sin empleo, personas con problemas de salud o discapacitados que no puedan salir a buscar sus propios alimentos, son los primeros candidatos para recibir la ayuda necesaria de parte de los miembros que integran el Plan Maná.
Todo comenzó mucho antes de la actual crisis sanitaria, con un programa que orientó a la iglesia a planificar para épocas de emergencia alimentaria, que llamaron “Kit Maná”. “Debido a la contingencia que vivió el país, luego del gran apagón nacional, muchas personas quedaron vulnerables respecto a la provisión de alimentos por causa de la escasez que se produjo, y los continuos daños en los productos perecederos, sobre todo en las proteínas que debían congelarse, como pollo o carne” -Explica el pastor.
“Como un diseño de Dios, para responder a tal situación, la iglesia ideó un plan de contingencia, para proveernos de alimentos no perecederos que pudieran durarnos unos quince días, y adquirimos, con el dinero proveniente de las ofrendas una serie de alimentos, y procedimos a armar cestas y entregar una a cada familia de la iglesia, para suplir la emergencia. De esa manera, con el Kit Maná, asegurábamos que en cada casa hubiera provisión del cielo, para por lo menos quince días, con la recomendación de reponerla al normalizarse la situación, y guardarla para eventualidades futuras. Así enseñábamos a la iglesia a planificar para situaciones de dificultad en la adquisición de alimentos."
"Hoy, ya es un hábito en nuestras iglesias, el contar con estas porciones de emergencia (Kit Maná), para paliar cualquier crisis que se presente”.
El “Plan Maná” ha tenido un impacto positivo por toda la ciudad, a través de los ministerios relacionados con “Vínculos de Amor”, y se ha visto replicado en otros países de Latinoamérica, como Perú y Argentina, en donde los pastores Ferreira tienen alguna influencia.
“En principio, para poder participar del plan Maná, debe haber un entendimiento de la visión, y cada líder o pastor debe casarse con el plan de compartir el pan con los necesitados” Comenta Ferreira. “Pero no hay restricción, cada creyente puede participar, es solo poner en práctica un principio bíblico que la iglesia siempre ha activado en momentos de necesidad: La bendición del dar. Para poner en práctica el Plan Maná, las iglesias no tienen que estar vinculadas a nuestra red de iglesias, ni tampoco participarnos que lo van a hacer (Nos gustaría saberlo, para conocer el alcance de una visión que Dios nos dio, pero cada iglesia es libre de hacerlo, a su modo, ajustándolo a sus realidades) lo que queremos es compartir una estrategia que creemos puede ser de mucha ayuda para las comunidades, en un momento como este”.
La idea es multiplicar con cada creyente la capacidad de la iglesia para llegar a una casa más. “Es sencillo”, dice el Pastor, “Cada creyente, como dador alegre, de lo que Dios le ha provisto, aparta una porción para ofrendar a los necesitados. No importa el tamaño de la porción. Lo que importa es que compartamos de lo que tenemos. Y de esta manera, un evangelio palpable alcanza a otra familia”
Inicialmente los aportes del “Plan Maná” comprendían solo alimentos, pero en el transcurrir de los días, e incentivados por los resultados, los miembros de “Vínculos de Amor” han extendido las ayudas a medicinas, agua potable, y hasta dinero, con el fin de subsanar la diversidad de necesidades. “Para hacer algo como eso, no hay requisitos” -dice sonriendo el pastor Ferreira- “Es simplemente nuestro accionar cristiano diario. El principio operativo es simplemente amor y deseo de servir al prójimo. Las maneras siempre abundan”.
Este plan social ha traído beneficios, no solo para los que reciben, sino también para los que dan. “Hemos visto que se reproduce el milagro de la viuda de Sarepta, y que el alimento se multiplica en muchos lugares” -Cuenta el Pastor- “Dar de lo que tenemos ha provocado la activación de milagros de provisión en nuestras casas, de manera sobrenatural. Tal como sucedió en aquella ocasión de hambruna general, está pasando ahora, en esta situación de pandemia mundial: cuando compartimos con generosidad lo que Dios nos provee, Él hace abundar en nuestras despensas, una provisión suficiente para nuestro sustento.
Esto representa un ejercicio de fe para el que da: está manifestando que cree en el Dios que le provee. Pero se establece a la vez una relación Ganar-Ganar, porque también se beneficia el que recibe, no solo porque su necesidad es cubierta, sino porque él mismo también es acercado al amor de Dios, expresado por personas que lo muestran de una manera palpable.
El pastor Samuel Ferreira hace un llamado a los pastores y líderes en los distintos lugares de Latinoamérica, a que “aprovechemos los momentos de crisis, para llevar de una manera práctica el evangelio de Cristo a las personas. Así como Jesús atendió la falta de pan de la multitud que le seguía, nosotros podemos darle de comer a otros, para acercarlos a la fe y al amor de un Cristo que sigue vivo” finalizó el pastor.
Libna Villegas de Parra
Departamento de Prensa NotiCristo.
