Para los que amamos la aviación, la emoción comienza cuando el avión despega y sentimos el efecto de la gravedad hasta el último órgano de nuestro cuerpo, tal vez es Dios recordándonos que pertenecemos a la tierra, y que nos está prestando un momento el cielo que hizo para las aves.
Más allá de lo fascinante que resulte volar para muchos, encontramos grandes aportes que la aviación ha hecho a la humanidad, y Venezuela también tiene su historia. Acá te contaremos algunos datos importantes y te daremos un breve recorrido de lo que ha sido la aviación en Venezuela.
El 20 de enero de 1785 tuvo lugar el primer vuelo, el globo aerostático en la Capitanía General de Venezuela, con motivo de la celebración del cumpleaños del Rey Carlos III de España. El aerostato voló sobre Caracas hasta las 5 de la tarde y se elevó hasta una altura de 1500 pies, fue una gran sorpresa para los caraqueños que nunca habían visto algo parecido.
El primer venezolano en volar fue el llamado “Pájaro Serrano”, el falconiano Carlos Rivero Soler, quien en la mañana del domingo 14 de junio de 1868 emprendió un vuelo en un Ícaro fabricado por él mismo, aunque solo logró mantener el vuelo por unos segundos antes de chocar con un árbol de Bucare, en su natal Cabure.
De allí en adelante se inició una bonita y romántica historia desde la época de nuestros bisabuelos hasta nuestros días, bonita por lo hermoso que es volar y romántica por lo amada, emocionante, pero a la vez cruel que puede ser la industria de la aviación.
El primer avión en surcar los cielos venezolanos fue un biplano de madera y tela, fabricado y volado por el estadounidense Frank E. Boland, la aeronave llegó en una embarcación a vapor llamada “Maracaibo”. Pero no fue sino hasta su llegada a Caracas cuando se ensambló e hizo su primer vuelo, despegó del hipódromo de El Paraíso y tardó unos 27 minutos en ir del oeste al este de la ciudad y de vuelta al hipódromo el 29 de septiembre de 1912; lo que marcó el inicio de la Aviación Militar de Venezuela, cuya creación se materializó el 10 de diciembre de 1920 y perdura hasta nuestros días con personajes destacados como lo fueron Carlos Meyer Baldó y Luis Camilo Ramírez.
Más adelante, el 12 de abril de 1914, un neoyorquino nieto de venezolanos, Cecil Malcolm Peoli, quien fue apodado por la prensa “El Niño Peoli” por ser el aviador más joven de la época, fue el primero en cruzar de Caracas a Maiquetía en un biplano Baldwin Red Devil. El vuelo duró 35 minutos y se elevó a 4000 pies hasta llegar a ver Maiquetía y descender a 1500, para luego aterrizar “en una sabana situada a la derecha del Puente del Ferrocarril, hacia el mar”, como relató el historiador Óscar Yanes.
La Aviación Comercial en Venezuela comenzó el 3 de julio de 1929 cuando el Gobierno Venezolano otorgó la concesión a la Compañía General Aeropostal Francesa de operar en Venezuela. Aeropostal continúa hasta nuestros días siendo una línea aérea venezolana con sede en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar.
VIASA (Venezolana Internacional de Aviación, Sociedad Anónima) fue creada por el gobierno el 21 de noviembre de 1960. La flota, una de las más modernas de América del Sur en su época, estaba compuesta de aviones Convair 880, DC-9 y DC-8, Boeing 747, DC-10 y Airbus A300. Fue mundialmente conocida por ser la aerolínea bandera de Venezuela hasta el 23 de enero de 1997 cuando fue liquidada por Iberia.
La Aviación Minera se inició en 1934, por la Línea Aeropostal, utilizando aparatos del tipo Fairchild. En 1960 se inició la “Bulla Diamantífera”, el aeropuerto de Ciudad Bolívar se vio abarrotado por una multitud de personas, venezolanos y extranjeros, quienes permanecieron allí hasta por varias noches, para obtener un cupo tras una larga cola que los conduciría a un avión Douglas DC-3 o a otra aeronave más pequeña con destino a las minas, con la esperanza de hacerse millonarios con el mito del diamante y del oro.
La Aviación de Escuela comenzó con la escuela Miguel Rodríguez, en el mes de marzo de 1940 en Boca del Río, Maracay, a orillas del lago de Valencia, estuvo allí por 23 años, y en noviembre de 1963, es trasladada al aeropuerto de La Carlota, Caracas. Actualmente se llama Centro de Instrucción de Aeronáutica Civil (CIAC) y se encuentra ubicado en Maracay, Base Aérea Mariscal Sucre, Estado Aragua.
La Aviación privada de Venezuela nació en Valencia, en la pista de “La Guacamaya” el 19 de abril de 1943 con la creación de un club de aviadores bajo el nombre de “Aeroclub de Valencia”. Más adelante, las empresas de la ciudad compraron aviones, en su mayoría bimotores a pistón, para el transporte de sus ejecutivos y empresarios, lo que originó la llamada “aviación de los Charlie Papa” (por la denominación “Comercial Privada” en alfabeto fonético en que terminaban las matrículas de ese tipo de aeronaves).
En abril de 1946, nace el Aeropuerto de La Carlota, fundado por Nicomedes Zuloaga, que se convirtió en el principal aeropuerto de la llamada “Aviación General” y cuna del “Aeroclub Caracas”. Luego, en 1962 pasa a ser la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, y fue escenario fundamental de la aviación civil en Venezuela hasta el año 2014, cuando se prohibieron los vuelos y solo quedó para operaciones militares y gubernamentales, mudando sus aeronaves civiles a los aeropuertos Caracas (En Charallave) y Metropolitano (En Ocumare del Tuy).
La Carlota tiene un valor sentimental para mí, por haberme formado como Bombero Aeronáutico en el Destacamento número 9 “Capitán Luis Eduardo Pérez Pérez” (En el que también se formó mi padre en los años 70) y donde nació mi amor por la aviación, allí emprendí mis primeros vuelos. Luego esa pasión se trasladaría al Metropolitano y el Caracas.
En los años 60 surgió la Federación Venezolana de Aeroclubes, su primera asamblea fue en Margarita, agrupó a todos los aeroclubes de Venezuela y fue, por muchos años, la organizadora de shows aéreos, exhibiciones y eventos aéreos en general.
En 1948, el norteamericano A. B. Camp trajo una aeronave equipada para fumigación, comenzando la Aviación agrícola en Venezuela. El año siguiente el Ministerio de Agricultura y Cría y la Corporación Venezolana de Fomento, siguieron experimentando en algunos estados del país.
En los años 50, John Delp en Portuguesa, se dedicó a la formación de pilotos agrícolas, y aparecieron las primeras compañías agrícolas con aviones y helicópteros, las cuales formaron parte de esta industria en Venezuela todo el siglo XX y parte del siglo XXI.
Como decimos en aviación: Ya en final corto y tocando la pista de aterrizaje, volvemos a tierra. Y si Dios lo permite, pronto los llevaremos por otras historias de la aviación venezolana y del mundo.
Harry Ramírez Caraballo (Con la colaboración e información de Harry Ramírez Suárez)
Departamento de Redacción NotiCristo
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