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Superando La Amargura


“No dejen que en ustedes broten raíces de amargura; porque éstas, al salir a la superficie, pueden causar problemas serios y dañar la vida espiritual de muchos”.

(Hebreos 12:15 LBD)


La vida, en algún punto, nos enfrenta a situaciones cargadas de injusticia, traición y pérdidas inesperadas, que nos generan sentimientos de dolor, ira o enojo. Estas emociones pueden abrirle paso a la amargura.


Cuando David y sus hombres, retornaron a Siclag, encontraron la ciudad quemada, y que sus familias habían sido secuestradas (1 Samuel 30). David y sus hombres lloraron con amargura de espíritu, y David se angustió porque el pueblo habló de apedrearlo.


Pero David se fortaleció en Dios, y decidió consultarle sobre qué hacer. Y Dios le dijo que fuera tras el enemigo, a recuperar a los cautivos, y que Él estaría con él. Entonces cobró ánimo, y confiando en Dios, fue tras sus enemigos, los alcanzó, los venció, y recuperó a su gente.


Hubiera sido fácil para David, en ese momento, pasar factura a los que se levantaron en su contra. Pero no lo hizo, porque su corazón no había guardado rencor, enojo, ni dolor. David había logrado superar la amargura.


Las claves para lograrlo fueron estas:

  1. Aceptó su dolor por la traición, y la expresó con lágrimas. Ante un proceso de dolor, es necesario drenar las emociones.

  2. Se fortaleció en Dios. No se apresuró a tomar acciones intempestivas, sino que buscó respuestas en Dios.

  3. Procuró ser empático con el sentir de los soldados. Entendió el dolor en que estaban, sin juzgarlos.

  4. Perdonó por anticipado. Antes de alcanzar al enemigo, y recuperar a su gente, había decidido compartir con ellos el botín, como una manera de extender su perdón

Estas mismas acciones, pueden ayudarnos a evitar que broten en nuestro corazón raíces de amargura, que nos contaminen, y dañen nuestras relaciones.


Rigoberto Venegas

Devocional: “Superando…”

Departamento de Redacción NotiCristo.

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