El 30 de julio ha sido designado por la ONU como el Día Mundial Contra la Trata de Personas. Este flagelo se presenta “cuando una persona promueve, solicita, ofrece, facilita, consigue, traslada, entrega o recibe, para sí o para un tercero, a una persona, por medio de la violencia física o moral, el engaño o el abuso de poder, para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes”1 y explota especialmente a mujeres, niñas y a todos aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
A continuación, te presentamos ocho datos relevantes sobre la trata de personas:
Los delincuentes que cometen este delito, al ser atrapados, tratan de defenderse arguyendo que sus víctimas los acompañaban de mutuo acuerdo, sin embargo, en estos casos, el consentimiento de la víctima es irrelevante para que la acción se caracterice como “trata”. Eso porque, generalmente, este se obtiene a través del engaño, la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción como el rapto, el fraude, el abuso de poder o una situación de vulnerabilidad.
El 70% de las víctimas de esclavitud moderna son mujeres que buscan salida al hambre de sus familias y se exponen a la explotación. Por otro lado, la mitad de las víctimas de trata son menores de 18 años y entre el 15% al 20% de las víctimas son niños. Todo esto indica el alto grado de indefensión de las víctimas por falta de políticas de Estado que garanticen su protección y seguridad.
Los mecanismos más usados son redes sociales como Facebook, Instagram y páginas de internet vinculadas a buscar pareja. Las instituciones gubernamentales, civiles y religiosas pueden implementar programas de ayuda familiar, psicológica, financiera y aun espiritual, que permitan sanar las heridas emocionales y los vacíos dejados por el maltrato, el abuso y las crisis socio-económicas en las diferentes etapas de la vida que hacen de ellas, presas fáciles.
El mercado ilícito se estima en 32 billones de dólares, un negocio muy lucrativo para las mafias de explotación humana que son capaces de destruir vidas inocentes por la degradación moral, el amor al dinero, la codicia, la ausencia de valor y estima por el prójimo.
En 130 países del mundo operan estas redes de delincuencia organizada que afectan a 2,4 millones de personas, pero la manera cómo actúan, favorecidas por la clandestinidad, impide que sean más visibilizadas. En Venezuela, por la situación de necesidad y carencias en la que está sumida la mayor parte de la población, hay mayor propensión a caer en estas redes, de allí la necesidad de sensibilizar a las instituciones gubernamentales que se encargan de hacer justicia.
Según María Gabriela Cuevas, investigadora de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), al menos 40 millones de personas en el mundo son víctimas de la trata de personas (para julio de 2019). De esta cifra 2 millones se encuentran en Latinoamérica, y Venezuela está en el primer lugar de este podio de la ignominia. Más triste aún es saber que, en nuestro país, en los últimos años, ha habido un incremento del 300% de las víctimas ante el vacío legal y la invisibilidad que hay dentro de esta tragedia oculta. Esto nos motiva a levantar la voz pidiendo que se implementen los mecanismos y correctivos necesarios para detener este flagelo terrible.
La emergencia humanitaria compleja que afecta a Venezuela, la falta de coordinación entre una legislación desordenada y los organismos del Estado que no garantizan los estándares mínimos, sumado a la falta de preparación y corrupción de funcionarios públicos, son factores que están facilitando la operación en el país de las redes de tráfico de personas, que afectan también a niños y adolescentes a los que se les está explotando cada vez a menor edad.
La acción multilateral ha dado lugar a avances, por medios como la Convención de Palermo y su Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños.
A pesar de este panorama tan desalentador, hay cosas que se pueden hacer:
Generar conciencia a través de campañas de sensibilización entre la ciudadanía: Es importante enfocarse no sólo en la concientización sobre cómo identificar las ofertas falsas de estas organizaciones delictivas, sino también sobre cómo prevenir la pobreza y la discriminación.
Empoderar sectores estratégicos dentro de la sociedad civil y entrenarlos para identificar y denunciar las sospechas llamando a una línea directa nacional contra la trata de personas.
Legislar e implementar políticas que apoyen la labor de los organismos de seguridad que se encargan de luchar contra estas mafias.
Desarrollar una respuesta coordinada a nivel internacional: Debido a la naturaleza transnacional de la trata de personas, es imperativo que los gobiernos cooperen para hacer frente a este crimen.
Implementar, fortalecer y aplicar legislación contra los ilícitos financieros: El lavado de dinero es una parte esencial del modelo de negocio de las redes de trata de personas. Y el seguimiento de los flujos financieros ilícitos puede ser una manera eficaz para interferir en sus actividades.
1 Cfr. artículo 5 de la Ley Para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas.
Rigoberto Venegas
Departamento de Redacción NotiCristo