Ha quedado en evidencia en los últimos días, que hay movimientos sociales, organismos multilaterales y medios sociales de comunicación, que ven a la Iglesia Cristiana Evangélica y Protestante, como una amenaza para sus intereses, y han querido hacerle frente para detenerla. Pero eso no es nuevo, a través de la historia esa siempre ha sido la constante. Lo importante es entender lo que el Señor le dijo a Pedro: “Las puertas del hades no prevalecerán contra mi Iglesia”.1
Quienes se oponen a la iglesia, están dando coces contra la Roca que es Cristo Jesús. No hay poder social, político, ni militar, que pueda detener a la iglesia. Podrán matar a unos cuantos, hacer caer a gente muy valiosa, desprestigiar a ministros y pastores, pero la iglesia siempre avanzará de pie.
Nerón, no pudo con ella; y aunque Constantino, la contaminó y aparentemente la dominó, un remanente se mantuvo firme, y resurgió con la reforma, cual ave fénix. La revolución Cultural China persiguió la iglesia, y trató de extinguirla, pero hoy, casi un siglo después, más de 120 millones de cristianos chinos están produciendo cambios profundos en esa nación. La iglesia ha soportado todo tipo de embates y aquí está, firme y adelante, porque la Palabra de Cristo la sostiene.
La iglesia, como institución, promueve la libertad, el derecho al trabajo, la productividad, la libre empresa, la libertad de conciencia, la libertad de expresión, y aún, de religión; la iglesia promueve el modelo original de familia, el matrimonio entre un hombre y una mujer, como fue establecido por Dios, y también impulsa la moral y la ética en la manera de hacer negocios, y la probidad en los gobiernos.
Pero impulsar estos valores, al parecer le ha puesto en la mira de algunos movimientos emergentes. Y se observa con sorpresa, que últimamente pareciera que la misma ONU, se hubiera puesto del otro lado de la acera, y que en su plan de alentar (a veces exigiendo) la creación de leyes “progresistas” que promueven el aborto, y el matrimonio igualitario, sancionan a ministros religiosos, en un franco ataque a la iglesia, porque no se alinean a estas directrices.
La ONU, según opinan algunas tesis, reitera con esa actitud, que cuando la iglesia adoctrina bajo sus criterios a la sociedad, se está poniendo en contra de los derechos de la nueva ideología, razón por la que debería ser intervenida, por violación a la ley de derecho, y hacen planes para enfrentarla, como ya lo han hecho en más de 30 países.
Hoy estamos viendo surgir un embudo ideologizante represivo, que coarta la libertad de expresión, de quienes estemos en contravía a esta ideología globalista. Las redes sociales están siendo empujadas a moverse hacia esta línea ideológica, prohibiendo expresiones que vayan en contra de ese pensamiento “humanista, progresista y liberal”.
Todo parece indicar que hay toda una agenda global planeada para crear una religión mundial única, que les permita a los ciudadanos del mundo “Ser felices de la manera que elijan”, bajo el esquema de un nuevo orden mundial, esa religión sería, por supuesto, humanista.
Hay algunos que ven con suspicacia que el virus resultó ser la excusa perfecta, no solo para contener económicamente el avance de algunas naciones, sino también para cerrarles el paso a los cristianos, “Dispersando las ovejas” para que dejaran de ser grupos de poder y convocatoria. Pero de ser así, el tiro les salió por la culata, porque activó a la iglesia en el uso de la tecnología, y ahora el evangelio se propaga de manera exponencial.
Al final, se puede percibir que hay una agenda que recoge la intención de crear ese nuevo orden mundial, y queda en evidencia que en ese plan, la iglesia es un estorbo, porque es fiel al orden divino. Pero frente a tales intenciones, en vez de dejarse arrinconar, la iglesia debe responder con todas sus fuerzas, enfocándose intensamente en el mandato de la gran comisión: discipulando a las naciones.2 Nuestro trabajo es promover el verdadero fundamento para el avance de las sociedades: Cristo y Su Reino3. Y debemos confiar en que Jesús nos ha posicionado a su diestra sobre todo principado, autoridad, poder y señorío.4
Aun cuando aparentemente haya un avance de esta otra agenda, confiemos en esta promesa: "En lo postrero de los tiempos, será confirmado el monte de la casa del Señor como cabeza de los montes, y correrán a él todas las naciones"5.
1Mateo 16:18 2Mateo 28:18-20 3Mateo 16:13 4Efesios 1:20-23 5Isaías 2:2
Pr. Nelson Velázquez
Vida y Generaciones
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