Cómo cerrar ciclos en tu vida
Cerrar ciclos de fracaso amerita al menos cuatro pasos de acción que te impulsen a salir de la zona de derrota hacia un futuro de victoria.
¡Todo tiene su tiempo! Hay etapas buenas de la vida, que disfrutamos y gozamos al máximo, y hay otras que consideramos difíciles y hasta deseamos que terminen pronto, sin embargo, son solamente eso, etapas que son necesarias cerrar de la manera correcta, para poder avanzar.
Cerrar ciclos es un término que últimamente se ha puesto de moda, y que generalmente asociamos con rupturas de relaciones y con cambios de look que indican que ese tiempo se cerró, terminó, y no va más ¡pero es mucho más que eso!
Va más allá de cortarte el cabello y cambiarlo de color, o irse de viaje y alejarse de todo, cerrar ciclos es un proceso necesario, una decisión de avance, y un paso determinante para salir adelante.
Tal vez te estés preguntando, ¿qué es realmente cerrar ciclos y cómo puedes hacerlo? Tenemos cuatro pasos para ti que estamos seguros te servirán:
1) Identifica el ciclo que debes cerrar:
Es necesario que realices un autodiagnóstico; toma el tiempo para pensar que situaciones, personas, relaciones o lugares de tu pasado estás trayendo a tu presente y te están estancando.
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No necesariamente son momentos difíciles, las cosas buenas de nuestra vida también cumplen su ciclo. Por eso es importante pedirle a Dios sabiduría para reconocer a que, o a quienes debemos decir adiós. Puede ser un trabajo, una amistad, una idea, una relación e incluso hasta una ciudad.
Probablemente te estás aferrando a algo que ya cumplió su tiempo, que fue una bendición para ti y por eso no lo quieres soltar, o en el peor de los casos, te estás aferrando a un pecado, a algo o a alguien por miedo, por culpa, por falta de fe.
Este primer paso es muy importante, no puedes iniciar tu proceso de cerrar ciclos, si ni siquiera sabes cuál vas a cerrar, así que tómate tu espacio y con honestidad reconoce aquello que ya cumplió su tiempo en tu vida.
2) Confiesa y entrégalo a Dios
Una vez que tengas identificados esos ciclos, debes dar el siguiente paso; habla con una persona de confianza y autoridad, cuéntale el proceso que estás pasando y tus expectativas, pero, sobre todo, háblalo con Dios, hazlo con libertad, con honestidad y sin miedo.
Dile a Dios que te cuesta soltar el daño, por el abuso o el maltrato que sufriste en tu infancia; confiésale que tienes miedo de salir de esa relación dañina por temor a quedarte solo o sola; cuéntale que no quieres ir hacia donde Él te ha llamado porque te sientes cómodo en el trabajo que tienes o en el lugar/ciudad donde estás.
Confiésale que te cuesta creer que hay algo nuevo para ti; cuéntale ese pecado con el que has estado luchando y que no logras dejar; háblale del dolor y rencor que sientes por quienes te hicieron daño ¡Habla con Él!
Hay libertad cuando confesamos. Dios no te va a juzgar ni te va a reprochar porque aún no has sido sano, al contrario, Él está ahí, dispuesto a escucharte, a ayudarte y abrazarte, Él quiere sanar tus heridas y hacer todo nuevo y hermoso en su tiempo.
“Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas”. Salmos 147:3
3) Decide empezar de nuevo
Todos los días nos encontramos con la Gracia de Jesús, por eso hoy es un buen día para empezar de nuevo; no es necesario que esperes a que sea lunes, o a que inicie un nuevo mes, o peor aún, a que inicie un nuevo año. El momento para decidir perdonar, alejarte de lo que te hace daño, avanzar, y no llorar más lo que ya no está, ¡ES HOY!
“Fíjense, voy a hacer algo nuevo. Eso es lo que está pasando ahora, ¿no se dan cuenta? Haré un camino en el desierto y ríos en tierra desolada” Isaías 43:19 PDT
Cuando te aferras a ese ciclo que cumplió su tiempo te pierdes lo nuevo que Dios tiene para tu vida, por eso, es muy importante que hoy y todos los días decidas dejar atrás ese pasado, bueno o malo, que te ha mantenido estancado.
Dios tiene un plan para ti, un propósito que no puedes perder por estar aferrado a un período sin cerrar. Levántate con fe y expectativa, yo sé que cuesta soltar, cuesta desacostumbrarse y cuesta dar pasos de fe, pero es lo mejor que puedes hacer ¡Dios está al control de todo!
“Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman.” 1 Corintios 2:9
4) Utiliza tu proceso para ayudar a los demás
Cuando estás con Dios nada es en vano. Las situaciones buenas y malas que has vivido, Dios las transforma y las usa para tu bien. Hay alguien más que necesita escuchar tu experiencia y tu proceso, alguien más que necesita cerrar ciclos de la mano de Dios y tú puedes ser un instrumento para ayudarlo. ¡Servir sana!
¡Nota importante! No traigas más del pasado esas cosas que te hacen daño a ti y a quienes están cerca. Recuerda que tu pasado está en la cruz y que Jesús quiere sanar tus memorias. Dios quiere que pases la página, que le quites la autoridad al enemigo de usar lo sucedido para detenerte.
Dios desea que resuelvas junto a Él esas situaciones que ya terminaron ¡Él quiere hacer algo nuevo contigo! Así que da gracias por eso, empieza otra vez y disfruta de la compañía de Jesús en tu proceso Y si quieres… ¡Cambia tu look también!
Autor: María Fernanda Quintero
Bogotá, Colombia
Diseño: Marco Gentile
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