Serie: Adaptación y Resiliencia
Día 1: Desafíos
En Venezuela las cosas cambiaron para todos. Lo que era normal, ya no lo es. Lo que dábamos por sentado (gasolina a precios bajos, grandes ingresos por la renta petrolera, abundancia en los anaqueles) ahora se nos niega. Pero lejos de lamentarnos ¿Qué hemos hecho? Reinventarnos, adaptarnos, y sobrevivir de la manera que mejor hemos podido.
Jamás me imaginé que un día iba a prestar servicios geriátricos, después de quemarme las pestañas estudiando educación integral. Y como yo, muchos venezolanos dentro y fuera del país tuvieron que adaptarse al cambio, asumiendo roles, oficios y trabajos que en muchos casos nada tienen que ver con aquello que estudiaron.
Nos preparamos durante años en un oficio o una profesión con la ilusión de ejercerla en el futuro. Hicimos planes conforme al perfil para el que nos capacitamos. Sin embargo, la situación país, la migración, y la crisis, se conjugaron para modificar los proyectos que a nivel profesional trazamos. Chocamos de frente con un camión de cambios.
¿Qué pasó? ¿Cómo explicamos lo sucedido? Sencillo: Dios modificó las circunstancias para ajustarlas a sus planes y propósitos; pero no pierda de vista que toda esta situación contraria tiene un fin y un objetivo: probar el material del que estamos hechos, y entrenarnos para cosas más grandes.
En el nuevo contexto que vivimos pareciera que la esperanza de prosperar y avanzar, está lejos de nuestra realidad inmediata. Nos movemos aparentemente en un escenario que nada tiene que ver con los sueños y visiones que tuvimos en el pasado. Pero para superar la prueba, necesitamos desarrollar un pensamiento resiliente, lleno de fe, que nos permita sacarle provecho a la prueba y crecer.
En las escrituras, hallamos el ejemplo de José, el joven hijo de Jacob (Israel), que tenía grandes expectativas por su futuro, abrigaba sueños, visiones y promesas, que Dios le había otorgado. Pero cuando apenas tenía 17 años, repentinamente fue cambiado de escenario, de manera radical, y aparentemente lejos del mejor futuro que él esperaba.
Pero la Biblia nos dice lo que realmente pasó con él, el Salmo 105:19 revela: “Hasta la hora que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová le probó”. El cambio de escenario, la mudanza de sus circunstancias, y su crisis particular, formaban parte de un entrenamiento y una prueba que venía a su vida para desarrollar en él su verdadero valor.
Dios probó a José desatando una crisis sobre su existencia. Y Dios nos prueba a nosotros también de la misma manera. A fin de cuentas, la única manera de saber con certeza de qué material estamos hechos, es sometiéndonos a procesos de prueba desafiantes, que midan nuestra resistencia, y desafíen nuestra capacidad de adaptación y resiliencia.
Pra. Karelis Martínez de Santodomingo.
Serie: Adaptación y Resiliencia
Dpto. de Redacción NotiCristo
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