Serie: 5 Promesas para conquistadores
Día 5: Honra y exaltación
Cuando Dios respondió al deseo del corazón de Ana, concediéndole la petición de tener un hijo, ella adoró al Señor proclamando una palabra profética que se convirtió en promesa para todos los que leen su testimonio. Ella dijo:
"El levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentar con príncipes y heredar un sitio de honor. El guarda los pies de sus santos, más los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será fuerte por su propia fuerza." (1 Samuel 2:8-9).
Cuando el hombre alcanza salvación, Dios lo levanta del polvo y del muladar y lo exalta, porque pasa a formar parte de los que tienen el honor de ser hechos hijos de Dios.
Ana reconoció que Dios la había exaltado dándole un hijo varón y colocándola junto a los príncipes cuando ella era humillada y tenida en poco; y en su alegría, no solo se regocijó por el hijo que la sacaría de su vergüenza, sino que se alegró y alabó al Señor por la exaltación y honra que le otorgó mediante este milagro concedido.
Cuando Dios promete guardar los pies de sus santos; está comprometiéndose con cuidar sus caminos, proyectos y metas, porque nadie puede ser prosperado por sus propias fuerzas.
Dios puso en un lugar de privilegio a Ana, y ella le exaltó por permitirle conquistar los límites de la maternidad, y sobreponerse por la fe a la esterilidad que hasta entonces la subyugaba.
Del mismo modo que Ana, cualquier situación que estés atravesando, que te impida fluir en tu llamado y asignación, puede ser conquistada con una fe que expresa: “nadie será fuerte por su propia fuerza”, y que se rinde para recibir la ayuda del más fuerte, Dios.
Jesús validó muchos años más adelante las palabras de Ana, cuando dijo: "Porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido”. Lucas 18:14.
El camino de la exaltación es la humillación delante de Dios. Si quieres ser engrandecido mantente humilde en su presencia.
“Quien obedece a Dios gana en sabiduría y disciplina; quien quiera recibir honores debe empezar por ser humilde” (Proverbios 15:33 TLA)
Pr. Manuel Domínguez.
Serie: 5 Promesas para conquistadores
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