Serie: Libertad
1. Individualidad.
La creación de Dios refleja su individualidad. Dios crea atributos distintos en su creación, cada obra es magnífica y particular. Cada ser humano es un ser único, hecho a la imagen de un Dios único.
Lo que distingue a cada persona, no solo son sus características físicas y externas, sino también sus peculiaridades internas. De hecho, esta constitución interna de la persona, es la que se refleja en su identidad externa.
Lo interno es primero y es invisible, pero es la causa que produce un efecto visible, que manifiesta externamente una identidad propia. La individualidad interna de una persona define una forma particular, no sólo su apariencia externa, sino también su potencialidad.
Todo lo que un individuo está supuesto a alcanzar durante su vida, estará determinado por su constitución interna, y será definida interiormente por sus pensamientos y convicciones.
La capacidad racional y la habilidad para decidir de cada ser humano, detallan la particularidad intrínseca de su individualidad única, y genera un carácter, asociado a la conciencia de su alma y de su espíritu, que manifestará hacia afuera, una conducta estipulada, una actitud particular, y un lenguaje determinante.
Cuando el salmista David reflexionó acerca de su complejidad interna, y de lo enmarañado de su constitución física y mental, no pudo menos que expresar adoración a su creador, diciendo: “¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!” (Salmos 139:14 NVI).
Sin embargo, mucha gente ignora, conscientemente o no, su potencialidad individual. Desconocen lo que son y rechazan lo que tienen. No poseen una identidad definida, ni manejan un criterio propio. Sus pensamientos son moldeados por el sistema imperante, y la cultura que les rodea, manipula sus acciones.
Cuando dejas que te gobierne lo externo, permites que se levante frente a ti una muralla limitante, que impedirá el pleno desarrollo de tu vida en libertad.
¿Por qué haces lo que haces? ¿Por qué actúas como actúas?
¿Qué te detiene de convertirte en todo lo que podrías ser?
¿Por qué tu potencialidad latente ha quedado oculta en las prisiones del miedo?
Hasta que no descubras la verdad y el origen de tu propia individualidad, no podrás ser libre.
Pr. David Parra
Serie: Libertad
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