Serie: “¿Me voy o me quedo?”
Capítulo 3: La decisión de marcharse
Se debería reconocer más a menudo: Venezuela ha sobrevivido gracias a las Remesas. Fueron los migrantes quienes se echaron la economía de este país al hombro, enviando desde el exterior una buena parte de sus salarios, mientras el Estado, ensoberbecido y egoísta, prefirió que el país se desplomara con las sanciones y colocó todo el peso de la crisis en los hombros de sus ciudadanos.
Si no hubiera sido por esas personas que salieron para ayudar a su familia desde otro país, el desastre humanitario hubiera cobrado miles de vidas. Dios colocó en los corazones tanto “el querer” como “el hacer”, y fue su voluntad que algunos salieran y otros se quedaran, equilibrando así todas las cosas para que lo poco que aquí funcionaba no se terminara de caer; eso fue un acto de misericordia.
De modo que, si has decidido emigrar y tus propósitos son genuinos, no te sientas mal por cumplir la tarea que Dios ha confiado en ti. Pero antes, asegúrate de hacer bien las cosas, actuando con sabiduría e inteligencia.
¿Sabes cuál es el tuétano de estas dos palabras?: El principio de la sabiduría es el Temor a Dios, y el apartarse del mal, la inteligencia. (Job 28:28)
Temer a Dios es respetar su voluntad, de esa manera actúas con prudencia, buscando lo mejor para ti y los tuyos. Veámoslo de manera lógica: Si te apartas de aquello que no te conviene, te alejas de situaciones peligrosas, dudosas o sospechosas, te ahorrarás muchos problemas.
Ya lo decía William Shakespeare: “El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.”
Y salir de Venezuela no es como salir de otros países, deberás cuidar muchos aspectos, veamos algunos de ellos:
Posesiones: ¿Quién quedará al cuidado de tus posesiones? ¿Tienes una persona de extrema confianza como para darle un poder sobre los bienes materiales que dejas en Venezuela?
Dinero: Es bien sabido que las Alcabalas de los cuerpos de seguridad venezolanos despojan de sus dólares a los migrantes. Y si logras pasar ese obstáculo corres el riesgo de que te los quite el hampa. Es recomendable llevar una parte en físico y otra parte en divisas electrónicas, resguardadas en una plataforma confiable, que puedas convertir nuevamente en dinero físico en el país que estés.
Familia: ¿A quién dejarás al cuidado de tus hijos o familiares a tu cargo? Esta pregunta es importantísima, puede que estés saliendo para resolver un problema y se cree uno peor. Este punto requiere mucha sabiduría, no tomes nada por sentado, no seas optimista, plantéate los peores escenarios de lo que puede pasar en tu ausencia, y planifica respuestas a esas situaciones.
Comunicación: Nunca viajes sin un teléfono inteligente, es la herramienta “sine qua non” del migrante, incluso ten en el presupuesto la compra de uno nuevo por si el tuyo se rompe, lo pierdes o te lo roban en el viaje.
Documentos: No cometas el error de la mayoría; salir sin pasaporte. Es preferible vender algunas cosas y pagar el costoso pasaporte que estar indocumentado en el extranjero. Las fronteras, los cuerpos migratorios y los empleos estables quedarán fuera de tus posibilidades sin ese documento. Invierte dinero y trata, por todos los medios, de salir con tu certificado de antecedentes penales, si eres profesional tus títulos apostillados, tu cédula vigente, y el certificado de vacunación, con sus dos vacunas contra la Covid-19.
Transporte: Si has de viajar por tierra, la mejor opción es contratar los servicios de las “Agencias de viaje”, ellos son la pasarela más segura para el flujo migratorio y conocen todos los obstáculos que se presentarán en el camino, además tienen un nivel de respuesta más efectivo al momento de situaciones sobrevenidas. Por otra parte, viajar con personas que están en tu misma situación los convertirá en aliados circunstanciales.
Estadía: Si vas a llegar a la casa o habitación de alguien, ten un plan B y un plan C. A veces las personas tienen el deseo de ayudarte, pero los problemas de su propia situación le impiden hacerlo. En tu viaje no hagas gastos innecesarios; compra lo más básico por si se presentan escenarios que te obliguen a permanecer por más tiempo en algún lugar. Ahorra todo lo que puedas, pero no busques las habitaciones más baratas y apartadas para ahorrar dinero, pues adentrarte en sectores con poca seguridad puede ser la forma en que pierdas todo lo que llevas, aún tus documentos.
Trabajo: Conseguir trabajo será lo más difícil, no hay fórmulas para ello, pero puedes aumentar las posibilidades si llevas atuendos adecuados. La mayoría viste de forma deportiva, eso te servirá para algunas situaciones, pero no olvides llevar algunas mudas un poco más formales para dar una buena impresión cuando lo necesites. Entiende que muchos delincuentes están saliendo también, y están dañando la reputación del venezolano. Es importante pasar ese primer filtro y demostrar que eres una persona decente para conseguir un empleo digno.
Sé el mejor trabajador, el más esforzado, el que da la milla extra, el más respetuoso y considerado. Y cuando te despidan, justa o injustamente, dale las gracias a tu empleador, bendícelo y manifiéstale tu gratitud por la oportunidad que te brindó.
Le di ese consejo a mi hijo, lo despidieron de un buen empleo y poco tiempo después lo volvieron a contratar, de manera fija, con mejor salario y condiciones laborales.
Vida social: Ayuda a quienes tienes alrededor, sé colaborador con tu casero, mantén siempre una sonrisa, cultiva la integridad, saca las groserías de tu lenguaje, paga tus deudas a tiempo, y en ninguna circunstancia caigas en la “bebida” o los “vicios”; en Venezuela pueda que tengas una nueva oportunidad, pero en el extranjero difícilmente conseguirás segundas oportunidades.
No importa cual sea, ni bajo qué denominación, pero asiste a una iglesia. Dios usará a tus hermanos para insertarte en el país que llegues, además estarás recibiendo Sabiduría de lo Alto, y esa herramienta es más versátil que una navaja suiza.
Cuidado con la depresión: Al emigrar tu mundo se tambalea y la mente -que está acostumbrada a su zona de confort-, sentirá una tristeza redoblada, tanto así que muchas veces dudará de su proceder. En ese momento es útil tener un propósito genuino que te ayude a superar esos eventos emocionales. Cuando estés deprimido, llama a tus familiares y amigos, regálate una salida aunque solo sea para caminar, busca un entretenimiento, pero bajo ninguna circunstancia te abandones a masticar y regurgitar pensamientos negativos.
Son demasiados aspectos los que pudiera seguir analizando en esta materia, pero si guardas la prudencia como una forma de vida, es muy posible que formes parte del porcentaje estadístico de los que triunfan en el extranjero. Recuerda que Dios tiene una promesa para tu vida, y más allá de ella…
Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.
Salmos 37:27
Dios bendiga tu salida y tu llegada. Mañana estaremos evaluando las opciones para los que decidimos permanecer en esta tierra…
Marco Gentile
Dpto. de Redacción NotiCristo
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Excelente exposición de un tema tan sensible para los venezolanos. Aprecio la documentación que lo sustenta y los consejos tan pertinentes y oportunos. Gracias por compartirlo. Felicitaciones para susu autor y el equipo.