-Ya no sĆ© quĆ© hacer para ayudarte a dejar la indecisiĆ³nā¦ Ā”Me rindo! ā Era la expresiĆ³n bromista de mi amiga LucĆa, mientras hacĆamos la fila para comprar los boletos en el cine. HabĆamos llegado hacĆa 15 minutos, la fila habĆa avanzado, estĆ”bamos por llegar a la taquillaā¦ y yo todavĆa no decidĆa quĆ© pelĆcula Ćbamos a ver
-Decide pronto amiga que los indecisos no van al cieloā¦- AgregĆ³ LucĆa, y esa expresiĆ³n se quedĆ³ rondando en mi mente, porque encierra una gran verdad.
Hay cosas en las que puedes darte el lujo de dudar, porque son intrascendentes y terrenales; pero hay otras tan determinantes y vitales, que mantenerte indeciso, literalmente, podrĆa costarte la entrada al cielo.
Soy una persona que suele ser muy vacilante para hacer una elecciĆ³n: no solo paso horas decidiendo quĆ© pelĆcula ver, sino que tambiĆ©n soy siempre la Ćŗltima en escoger quĆ© comer en un restaurante, y ademĆ”s tardo mil horas en un almacĆ©n, porque evalĆŗo hasta el Ćŗltimo detalle para comprar cualquier prenda de vestir.
Y es que dejar la indecisiĆ³n puede no ser tan sencillo, y mucho mĆ”s si tomas en cuenta que las elecciones que haces o dejas de hacer, son desencadenantes de grandes efectos en tu vida futura.
QuizĆ” elegir una comedia en lugar de una trama de suspenso no haga mucha diferencia en tu vida, pero hay decisiones que son tan determinantes, que no solo marcarĆ”n tu presente, sino tambiĆ©n tu futuro, y aĆŗn mĆ”s allĆ”, tu eternidad.
Cuando se trata de temas tan fundamentales es necesario dejar la indecisiĆ³n a un lado, para en su lugar, comenzar a ser firmes y tajantes.
Decisiones fundamentales
Una decisiĆ³n determinante que debes tomar, tiene que ver precisamente con esta pregunta: ĀæQuĆ© pasarĆ” con tu alma despuĆ©s de la muerte? y para empezar a responder es preciso que evalĆŗes lo que piensas al respecto, porque tus creencias determinarĆ”n tus elecciones.
Si crees que no hay vida despuĆ©s de la muerte, eso podrĆa ralentizar tu disposiciĆ³n a decidir cĆ³mo enfrentarla. Pero si aceptas que la muerte no es el final, sino un nuevo comienzo, entonces se hace sĆŗper urgente que tomes definiciĆ³n al respecto.
Dentro de mi cĆrculo de amigos, he oĆdo (muchas mĆ”s veces de las que esperarĆa) que a la salvaciĆ³n se le āpuede dar esperaā ya que al final de cuentas, si Dios puede perdonarnos incluso en el Ćŗltimo minuto entonces, ĀæCuĆ”l es la urgencia para tomar esa decisiĆ³n ahora?
Y aunque este razonamiento tiene parte de verdad, en el sentido que mientras haya vida, hay esperanza; la parte restante de verdad, afirma que no tienes garantĆa del tiempo de vida que tienes para asir esa Mano permanentemente extendida.
La Biblia dice que Dios āEs paciente por amor a ustedes. Porque no quiere que nadie sea destruido; sino que todos se arrepientanā 2 Pedro 3:9b (NTV)
Pero aunque puedes contar con la paciencia infinita de Dios, es peligroso postergar por meses (o incluso aƱos) esa decisiĆ³n, pensando que maƱana todavĆa habrĆ” oportunidad.
El peligro no es que se agote el amor y la misericordia de Dios, que son eternos, el riesgo es que por no dejar la indecisiĆ³n, se agote el tiempo de tu vida en la tierra. Y en eso sĆ es verdad que no tienes garantĆa. Porque tĆŗ no sabes cuĆ”ndo te llegarĆ” el momento de partir.
La Biblia dice: āLa vida del ser humano es como la hierba, florece como la flor del campo, apenas el viento sopla con fuerza, muere, y ya nadie sabe ni siquiera en dĆ³nde estaba.ā
(Salmos 103:15-16 PDT)
No tienes garantĆa de la vida para maƱana. No sabes siquiera si cierras con vida los ojos esta misma noche. La vida podrĆa terminar para ti, incluso en los prĆ³ximos minutos. Hay miles de cosas que podrĆan suceder en solo fracciones de segundosā¦ y que pueden tener como resultado el fin de tu vida.
En este momento cientos de personas se debaten entre la vida y la muerte en un hospital, otros tantos estĆ”n en peligro de sufrir severos accidentes de trĆ”nsito, muchos pueden caer vĆctimas de una bala perdida por estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
Muchos son los que hoy morirĆ”n de repente: Un infarto, un incidente fatal, una picadura de mosquitoā¦ Cualquier cosa puede pasar, y sorprenderte; aun leyendo este artĆculo, podrĆa sorprenderte la muerte, sin darte tiempo a pensar que estabas dando tu Ćŗltimo suspiro.
Dice la Palabra que el enemigo estĆ” como un leĆ³n rugiente, buscando a quien devorar, y es sabido que su objetivo en esta tierra es robar, matar y destruir. De modo que cada dĆa que pasas sin dejar la indecisiĆ³n acerca de tu salvaciĆ³n, es un dĆa que permaneces bajo riesgo.
Dejar la indecisiĆ³n
Sin embargo, el objetivo no es meterte miedo, ni aterrorizarte, sino simplemente crearte conciencia al respecto de la falta de garantĆas que tienes en la vida, para dejar hasta el final una elecciĆ³n tan determinante como esta.
A fin de cuentas, se entiende que recibir la salvaciĆ³n es fĆ”cil y difĆcil a la vez. Para ser acreedor de la vida eterna Romanos 10:9, dice: āSi confiesas con tu boca que JesĆŗs es el SeƱor y crees en tu corazĆ³n que Dios le levantĆ³ de los muertos, serĆ”s salvo.ā
No obstante, tambiĆ©n es necesario tomar la decisiĆ³n de morir a nuestra antigua vida para tener una nueva en Ćl, el mismo apĆ³stol Pablo expresa en Romanos 6:6: āSabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Ć©l, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos mĆ”s al pecado.ā
Y ahĆ es donde las elecciones se vuelven āmĆ”s difĆcilesā porque no es tan chĆ©vere morir a lo que al cuerpo le gusta.
De modo que recibir al SeƱor es una de las decisiones mƔs hermosas, pero mƔs retadoras que podrƔs tomar en la vida. Es necesario detenerte a meditar para elegir. Debes evaluar las opciones y medir las consecuencias.
Por un lado, podrĆas postergar aĆŗn mĆ”s la decisiĆ³n, esperando a ser viejo para tener que elegir, pero por el otro ĀæQuiĆ©n te asegura que en los prĆ³ximos minutos no sucederĆ” alguna cosa que te arrebate la vida? PiĆ©nsalo, podrĆas estar ante la Ćŗltima oportunidad de asegurar tu eternidad.
Definitivamente, hay cosas donde puedes darte el lujo de postergar elecciones, pero en este asunto fundamental de la vida eterna, se aplica literalmente el consejo de LucĆa: Decide prontoā¦ porque los indecisos no van al cielo.ā
Erika Pulido
BogotĆ”- Colombia
DiseƱo: REDACTRĆNICA
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