Serie: "El Diseño de la Familia"
Día 2: Los problemas de la Familia
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.”
Filipenses 2:3-4.
Los problemas familiares surgen cuando nos rebelamos contra el diseño de Dios. Eso no es nada nuevo, la Biblia registra una serie de dificultades que surgieron en el seno de las familias, que nos muestra que los problemas inician con el pecado.
El primer conflicto en las relaciones familiares, comenzó con Adán, cuando le echó la culpa a Eva, pero la Biblia muestra también la rivalidad que surgió entre hermanos, como la de Caín y Abel, Jacob y Esaú, y José y sus hermanos.
La Biblia narra los celos antipáticos de las esposas, en los casos de Ana, Lea y Raquel. Y la infidelidad conyugal de David, el rey que tomó la mujer de Urías.
Eli y Samuel trataron con hijos descarriados, Jonatán casi fue asesinado por su padre, David fue quebrantado por la rebelión de su hijo Absalón, Oseas experimentó dificultades matrimoniales… y la lista podría seguir.
Pero en cada uno de estos casos, las relaciones se dañaron porque las personas involucradas actuaron en contra del diseño establecido por Dios. El pecado, daña y mutila las relaciones familiares. Cuando nos rebelamos contra el diseño de Dios, abrimos la puerta al fracaso, a la crisis y a la desintegración de la familia.
La mayoría de los problemas en la familia podrían reducirse si todos siguiéramos esta sencilla pero poderosa norma: Humildad.
Estimando a los demás como superiores. No mirando por lo tuyo propio solamente, sino también por lo de los otros.
Si adoptamos el espíritu de humildad y tratamos a los demás como Jesús los trataría, resolveríamos muchos de nuestros problemas relacionales, incluyendo los del matrimonio y la familia.
Pr. Ángel García
Serie: El diseño de la familia
Departamento de Redacción NotiCristo.
Diseño: @desi_tarrio
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