Serie: "Madre de naciones"
Día 2: Madre que nutre naciones
"La hija del faraón le dijo: —Llévate a este niño, dale pecho y yo te pagaré. Entonces ella tomó a su bebé y le dio pecho." (Éxodo 2:9 PDT)
Una madre que nutre a un niño, está nutriendo también naciones. Cuando la madre amamanta, no solo alimenta el cuerpo de su hijo, sino también los sueños y las ideas de las próximas generaciones.
El amamantamiento, biológicamente, provee al pequeño, proteínas y anticuerpos que le inmunizan; pero a nivel emocional, el calor de la madre, le brinda confianza, apego y seguridad, que le provee el amor, y un vínculo especial que lo conecta a los afectos de la madre.
Jocabed, es el prototipo de mujer, que de manera natural, ejerce el rol de madre, en una sociedad que busca suprimir el diseño y el orden Divino. Ella logró su cometido de salvar a Moisés, aceptando que la hija del faraón lo adoptara como suyo, pero agradeció al Señor, la dicha de poder amamantarlo, como nodriza, para nutrir con su pecho la identidad del niño.
Incluso criándose Moisés en el palacio, disfrutando los lujos de Egipto, y siendo parte de la realeza de aquel país, en lo profundo de su corazón, él llevaba la huella marcada del amor de su madre y de la cultura de su pueblo.
Recibió en el pecho materno, no solo la leche nutritiva que alimentaría su cuerpo, sino también las ideas libertarias de un pueblo oprimido que anhelaba emanciparse. La conexión especial que se creó en el regazo de su madre, le hizo sentir el profundo amor patriótico de su pueblo, y valorar la cultura única, y el legado de fe, que conformaban la identidad especial de su nación.
“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios… porque tenía puesta la mirada en el galardón.” (Hebreos 11:24-26 RV60)
Libna Villegas de Parra
Serie: Madre de Naciones
Departamento de Redacción NotiCristo
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