Serie: Año nuevo, vida nueva
#02: Nuevas Oportunidades
Cada año nuevo, es un cuaderno en blanco que está por escribirse. Cada letra que se trace en el libro nuevo del tiempo, representará decisiones, y acciones que elegiremos tomar.
Podemos escribir historias redundantes, ciclos reincidentes de errores que se repitan una y otra vez, o podemos trazar líneas nuevas de acontecimientos particularmente novedosos, que apunten hacia un futuro diferente, y no hacia un pasado desvencijado.
Dios quiere escribir nuevas historias en el cuaderno de este nuevo año para ti. La Biblia dice: “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” (Isaías 43:19 RVR1960)
Dios te promete hacer una “Cosa nueva”, pero te hace también una demanda: “Olvidar las cosas pasadas.” Y es que no se puede construir un futuro diferente, si mantenemos nuestra atención, en el desánimo que nos producen las derrotas del pasado.
Para evitar atascarnos en los eventos traumáticos de circunstancias transitadas, Dios llama nuestra atención hacia lo nuevo que quiere hacer. Y aunque es cierto que está latente la posibilidad de errar por idolatrar lo nuevo, la mayoría de las veces nuestro error se centra en rechazar las cosas nuevas que Dios quiere hacer con nosotros.
Hay asuntos que no esperas que sucedan en tu presente. Pareciera que el momento para ciertas cosas haya pasado hace mucho tiempo: Sueños que quedaron tirados en los charcos de fracasos anteriores y relaciones que murieron por la inmadurez de épocas pasadas, parecen destinadas a permanecer así. Pero la palabra renueva la esperanza, porque Dios afirma que va hacer brotar aguas vivas en los territorios desolados.
En las estepas de las cosas muertas, donde nada sobrevivía por la insoportable aridez, Dios promete hacer brotar las aguas. Y con la tierra mojada, el territorio empezará a florecer. La hierba reverdecerá. Los sueños se renovarán, y las relaciones resucitarán.
Está empezando un tiempo oportuno de restauración de cosas descompuestas, de restitución de errores del pasado, y remoción de fracasos del ayer; todo un pasado de derrota podrá ser restaurado por el efecto vivificante de las aguas del Espíritu brotando en las tierras áridas de tu propio ser.
Deja que Dios tome tu mano, para guiarte a escribir una historia diferente en las hojas blancas del tiempo que comienza. Anímate a beber del perdón, que las aguas del Espíritu hacen brotar en tu alma, y deja que te dirijan a perdonar a otros también.
Es un tiempo de restauración de relaciones, de renovar sueños y metas, y de impulsar nuevas resoluciones de cara a nacientes posibilidades.
Pra. Libna Villegas de Parra
Serie: Año nuevo, vida nueva
Dpto. de Redacción NotiCristo.
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