Serie: Puertas
#1: Puertas en llamas
"Ellos me dijeron: «Los judíos que sobrevivieron al cautiverio están en graves dificultades. Las murallas de Jerusalén continúan derribadas y sus puertas consumidas por el fuego».”
Nehemías 1:3 PDT
Las puertas están diseñadas para entrar y salir. Representan el medio de conexión entre el mundo exterior y el interior; la vía de acceso a nuevas oportunidades, y la salida a situaciones desesperadas. Aquel día Nehemías abrió los ojos a una realidad fulminante: Las murallas de protección de su ciudad, continuaban derribadas y sus puertas consumidas por el fuego.
Cuando arden las puertas, nuestro mundo interior recibe daños del exterior, mueren los sueños, languidece la esperanza, el futuro se quiebra a nuestros pies, y nuestras vidas, familias y ciudades entran en dificultades.
Es posible que las circunstancias de la vida: situación país, crisis económica, una ruptura matrimonial o cualquier otra experiencia negativa, haya 'quemado' tus puertas, y afectado gravemente tus emociones y tu manera de relacionarte con otros.
Cuando eso pasa, te sientes desprotegido y vulnerable, cualquiera puede entrar y herir, robar y causar daño con facilidad, porque no hay defensas ni puertas que lo detengan. Cuando Nehemías entendió la vergonzosa vulnerabilidad de su ciudad, se sentó, lloró e hizo duelo. Pero luego se levantó, ayunó, oró y trazó un plan de reconstrucción.
Cuando las puertas han sido quemadas, un pasado ha muerto, y eso amerita un duelo intenso. Puedes llorar, desahogarte y dejar fluir todo el dolor, temor y angustias contenidos dentro de ti. Vivir tu duelo te ayudará a cerrar con los ciclos del pasado, y te ayudará a entender que muerto el pasado, no queda sino el presente para construir un nuevo futuro. Pero después del duelo, necesitas levantarte, ayunar y orar.
La oración tiene la virtud de apagar el dolor por las puertas quemadas, y mostrarte por la fe que Dios tiene un futuro y una esperanza. Ayunar y orar, será la manifestación externa de tu rendición interna, en aceptación consciente de no poder cambiar lo sucedido. Pero también la demostración evidente de la renovación de tus fuerzas, y de una confianza firme, en el poder restaurador del Señor en el que confías. La oración renovará tu visión, y te ayudará a trazar un plan, para reedificar tus puertas.
Libna Villegas de Parra
Serie: Puertas
Dpto. de Redacción NotiCristo
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