Serie: Cómo tratar con gente difícil
Día 5: Transformación personal
“No os amoldéis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable y lo perfecto”.
Romanos 12:2.
¿Recuerdan la pareja de la que hablamos el primer día de esta serie? Un año después, ella entró al consultorio con una gran sonrisa, se le veía cambiada, emanaba felicidad. Él entró detrás de ella con una ración de torta y su respectiva velita. Con mi gran sonrisa, les dije: “Hoy no es mi cumpleaños”, y él respondió: “Lo sé, pero hoy celebramos un año de llegar aquí, y quiero que sepa que valió la pena “recoger la toalla”... ¡Estamos embarazados!”
Cuando se etiqueta a alguien de difícil, es como si le colocaran una marca de por vida, y eso no es para nada gratificante. No es fácil aceptar ser una persona desagradable, o reconocer que se ha perdido el afecto de los que se supone deberían amarte incondicionalmente, ni tampoco ver que por esa debilidad de carácter, proyectos significativos, no se han materializado.
Encarar la dificultad que conlleva el ser conflictivo, puede generar hosquedad, reactividad, o renuencia al cambio, pero siempre habrá otra opción: decidir recorrer la senda de la transformación; no solos, sino tomados de la mano del más grande sanador y guiador de todos los tiempos: Cristo Jesús.
Optar por la transformación, implicará dedicar tiempo y espacio, para el desarrollo de ciertas habilidades y estrategias, y ameritará esfuerzo, dedicación y mucha paciencia. Recorrer este camino te llevará a confrontar a tu ´yo interno´, husmeando en tu pasado, para sacar a la luz sucesos desagradables.
También demandará compromiso para entender los antecedentes, ejecutar las asignaciones sugeridas, y para manejar los tiempos sin desesperar si el proceso se hace lento. Por todo esto, el proceso debe ser guiado por profesionales calificados y empoderados en la Palabra de Dios, que estén comprometidos a brindar las mejores herramientas para la transformación personal que se desea.
Definitivamente, vale la pena entrar en este proceso transformador. Te devolverá la paz mental, permitirá forjar relaciones personales adecuadas, y te enseñará a moverte felizmente en tu entorno.
Y es posible que en algún momento quieran reaparecer los antiguos hábitos; es natural, pero si se prepara correctamente, sabrá reflexionar, sacudir sus pensamientos, sonreír, respirar profundo y seguir adelante.
¿Es difícil? Sí, ¿Imposible? No. Nada es imposible si Dios está con nosotros.
Dra. Ilén Mata
Médico de familia
Epidemiólogo y especialista en VIH-SIDA.
Departamento de Redacción NotiCristo
Diseño: @desi_tarrio
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