VENCIENDO A LA MUERTE
- Marco Gentile
- 22 mar
- 3 Min. de lectura

VENCIENDO A LA MUERTE
¿No es la muerte una duda
Que a todo rostro demuda?
Es un silencio que para
como una coma, separa
cada latido del pecho.
El alma la conoce
Más por temor desconoce,
Como niña temblorosa
Que han prometido una cosa
Que nunca ha visto llegar…
En su niñez imbuida
Sabe que está prometida
Y ha preferido jugar
Crecer y crecer
Evitando
Y a toda costa ignorar
Que al final se va casar
Y el marido está esperando…
Pero un día llega el aviso
Como un susurro impreciso…
Y oye por los rincones:
“Hay que adornar los balcones
Porque la boda ya viene”…
¡Oh mi Dios! ¿Quién la detiene?
Dice la niña en su espanto
Y cada noche su llanto
Bajándole por las cienes
Mirando el techo se queda…
Pensando:
No era lo mismo la espera
Verlo llegar desespera
Pues su palma hay que estrechar…
A uno le tiembla la mano
No es cobardía, es humano
Y a todos nos va a pasar…
No era lo mismo intuirlo
Como el futuro sentirlo
Que verlo tan pronto llegar…
¿Por qué parece la muerte
Una enrollada serpiente
En el centro del camino,
Y cuando la descubrimos
De un salto nos recogemos
Alzamos el pie y escogemos
Huir por donde vinimos?
Todos huyen de ese paso…
Ese olfateo, el vistazo…
A la inmensidad que espera
¿No lo dijo Jesucristo:
“Yo voy al Padre, Yo existo”?
¿Quién soy yo para abolirme
Emanciparme y sentirme
Dueño de algo que no he visto?
Solo tengo una esperanza
Que mantiene mi balanza
En estado de equilibro:
La cruz va detrás del vidrio
Yo estoy aquí y Él me aguarda
Me hace crecer mientras guarda
Mi lugar en su morada…
No tengo idea, ni nada
Que me diga cómo es
Qué cosas me encontraré
Cuando por fin llegué el día…
¿Iré gritando, llorando
Como me trajeron cuando
Nací a este mundo una vez?
Yo me imagino y anhelo
Morir sonriendo con brazos
Extendidos hacia el cielo…
Y al vislumbrarme pasando
En la aduana fronteriza
Que nuestra vida desliza
A la muerte en su momento…
Con equipaje de mano
Lleno de Fe y convencido
De que la muerte he vencido
Porque si Él vive, yo vivo.
De que si existe, yo existo
Si murió y resucitó
Es suficiente
Venció…
No me preocupa la muerte.
No se trata de vencer
Si no de reconocer
Que no hace falta ganar,
No tengo por qué luchar
Para evitar mi final
Porque tal cosa no hay…
Tampoco sé lo que viene
Ni allá lo que se me tiene
Es como saltar sin piso,
Es confiar en la promesa
De que me tienen la mesa
Linda, servida y dispuesta…
Y que prepararon fiesta
Porque al fin he regresado
De donde me habían mandado
A cumplir una misión…
Y preguntar: ¿Lo he logrado?
¿Hice lo encomendado?
Y ver que Él se levanta
Se me acerca y aproxima
Su palma abierta y la tomo
Y no sé decirles como
Se debe sentir la muerte
Pero si tengo esta suerte
De tomar agradecido
El cáliz que me ha servido
Y hacerlo con humildad
Adorando su deidad
Y reteniendo la Fe…
Esa será mi victoria
Esa va a ser mi gran gloria
El haberle conocido
Haberle amado y temido
No por lo que me daba
No por lo que quitaba
Sino por lo que me amaba
Y en lo que me ha convertido.
No le temo ya a la muerte
He roto su parca esfera
Ya no parece una fiera
Sino un ángel que me lleva
Para por fin conocerte…
Eres Dios y el Cristo Vivo
No necesito llegar
En tus hombros puedo andar
Como cuando era chiquillo…
Y mis brazos levantar
Alzar al viento, gritar:
“Se acabó el necesitar
Ya no hay dolor
Ya no hay sed
Ya no hay llanto
Ni temer
Todo lo tengo
Y lo soy
Pues cargado en Cristo voy…
Por fin la muerte he vencido”.
Marco Gentile
En Manaus, el 5 de Marzo del 2025.
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