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¡Úsame a mí!


ÚSAME A MÍ

Claves para superar las pruebas...


Cuando aprendes a aceptar las pruebas como escenarios perfectos para aprender y glorificar a Dios, todo cambia. Aprende aquí algunas claves para superar las pruebas.


Como hijos de Dios, a medida que vamos andando en el camino de nuestro Señor, nos encontraremos con épocas particularmente duras, que ponen a prueba nuestra fe y nuestra identidad.


Así como los grandes personajes bíblicos vivieron preocupaciones, necesidades y retos, cada uno de nosotros tendrá que enfrentarse cara a cara con la tribulación, recordando que nuestro Padre es tan misericordioso que nunca nos pondrá en una situación que no podemos soportar (1 Corintios 10:13)


En nuestros dos últimos artículos hemos visto que no deberíamos cuestionarnos sobre el motivo por el que nos ocurre algo sino entender que cada situación tiene un propósito que, al amarlo a Él, siempre será para bendición (Romanos 8:28)


Sin embargo, tener que atravesar una prueba no es propiamente el plan más emocionante, por lo que es necesario que sepamos qué hacer para no desesperar y darle gloria a él.



¿Qué hacer en las pruebas?


Cada prueba es distinta, pero podemos tomar de espejo otras luchas con las que nos podamos identificar y seguir su ejemplo cuando estemos en la batalla. En este caso, recordemos un fragmento de la vida del rey David.


En 1 de Samuel 30, la palabra de Dios nos cuenta un episodio muy estresante de la vida de David. Él, siendo jefe, cometió diferentes errores que llevaron a que se llevaran a todos los seres queridos de David y sus hombres (incluso creyeron que los habían asesinado a todos, aunque solo estaban cautivos), por lo que la responsabilidad de estas perdidas recaía enteramente en los hombros de él.


Además del dolor de creer que había perdido a sus seres amados, la gente estaba enfurecida, buscando apedrearlo.



Quizá no te encontrarás nunca en este mismo escenario, pero puedes empezar a dimensionar parte del sufrimiento que estaba teniendo David en este momento. Ahora, tomando de ejemplo su vida y lo que nos dice la palabra, estas son algunas claves que puedes aplicar a tu prueba.



1. Recuerda que le perteneces a Dios:


En el versículo 6 de este capítulo dice que David “se fortaleció en Jehová su Dios”. En este momento de gran tribulación es cuando más fuerte se plantó en su identidad de hijo de Dios.




2. Mira hacia atrás y recuerda lo que el Padre ha hecho hasta ahora:


Ver hacia el pasado puede ayudar a fortalecer en tu memoria las bendiciones que has recibido y creer con fuerza en las que vendrán.


“Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová”1 Samuel 7:12




3. ¡Ora!:


Esta es posiblemente la herramienta más poderosa que tenemos en el momento de las pruebas, ya que podemos directamente consultar al Señor lo que debemos hacer y descansar en que Él toma el control.


“Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos” 1 Samuel 30:8


En diferentes pasajes la palabra del Señor nos dice que podemos acercarnos a Él para pedirle sabiduría, paciencia, tranquilidad, etc., confiando en que tenemos un Padre amoroso que siempre responderá a nuestras peticiones y, siempre que estemos alineados con su voluntad, Él nos lo dará.




4. Confía y obedece:


Así como ocurrió con David, si pedimos dirección a Dios, él nos marcará la ruta, el desafío ahora es aprender a confiar enteramente y obedecer sin cuestionar (1 Samuel 30:9-10)


Al final, Dios le dio la victoria a David y su gente. Y asimismo lo hará contigo. Ahora debes aferrarte a Él, orar con fervor y confiar en que Él está obrando.



Bonus extra:


Por último, y no menos importante, nunca te olvides de adorarlo a Él; antes, durante y después de la prueba nuestras vidas deben ser puestas ante sus pies, dándole la gloria por todas las maravillas que está haciendo constantemente connosotros.


Sin importar si es una prueba grande o pequeña, si eres joven o adulto, tu actitud dirá mucho de quién eres con Dios y debe ser oportunidad para gozarnos en su presencia, fortaleciéndonos para su obra ¿Estás preparado para decirle “Úsame a mí”?




Erika Pulido Prada

Bogotá, Colombia

Diseño: Redactrónica



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