El pasado Domingo los cielos de Venezuela sorprendieron con un espectacular fenómeno meteorológico, un halo solar.
Esta rareza es un efecto óptico en forma de aureola iridiscente que se forma alrededor del sol -o la luna- cuando las nubes se encuentran cargadas de cristales de hielo a mucha altitud; entonces la refracción termina causando este maravilloso fenómeno.
Es visible en pocos lugares del mundo, generalmente se ve en zonas muy frías, como la Antártida, Alaska, Rusia y Canadá, pero el caso es que fuimos testigos el día de ayer que también en los países tropicales -como el nuestro- puede presenciarse.
Las redes sociales registraron el suceso y se convirtió rápidamente en una noticia viral, las opiniones variaban diciendo que era una hermosa obra de arte natural, hasta expresiones de agradecimiento por este hermoso regalo de Dios que nos protege.
Y quizá no hay mucha exageración en tales afirmaciones; ya que se puede apreciar el aumento casi insoportable de la temperatura en estos tiempos de semana santa; y se sabe que el calor sofocante es terrible para el COVID-19 que no soporta temperaturas superiores a 25°, así que cuando esté abanicándose en su casa, recuerde que Dios le regaló a Venezuela una ola de calor para combatir la pandemia.
Por otra parte, momentos después de presenciar este fenómeno, se suscitó otro milagro en las costas de las playas de Choroní, estado Aragua. Los pescadores recibieron lo que ellos mismos denominaron una gran bendición por parte de Dios, en la forma de un gran cardumen de Catacos que se precipitó a las playas para entregarse a los pescadores como un regalo de la providencia.
Era tan grande esta bendición que los pescadores tenían mucho más de lo que podían cargar y decidieron regalar parte de la pesca a todas las personas que anduvieran por los alrededores, los cuales llegaban con cubetas y bolsas e hicieron una larga fila para llevar su parte.
Fue sorprendente la cantidad de pescados que llegaron solos hasta las costas, los mismos pescadores aseguraron que saltaban por sí mismos a las redes y a las lanch
as, quienes llenaron cestas y camionetas enteras… Catalogando el hecho como un milagro de Dios.
Sin duda, a nadie le falta Dios, y estamos en tiempos donde el que no cree, o corre, o se encarama…
Gabriel Parra
Departamento de Prensa NotiCristo
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