Usted puede y debe convertirse en un líder catalizador. No necesita características especiales, ni una dotación sobrenatural para ello. María Teresa de Calcuta dijo en una oportunidad: "Yo puedo hacer lo que usted no puede, y usted puede hacer lo que yo no puedo; pero juntos podemos hacer grandes cosas"
Un catalizador es un agente capaz de alterar un proceso, acelerando la velocidad de su reacción. En el liderazgo, te conviertes en un catalizador cuando participas de tal manera en un proceso, que provocas una alteración profunda de sus resultados, acelerando la velocidad en que empiezan a suceder ciertos cambios.
Lo importante no es quien seas tú, ni quien sea yo; lo que realmente cuenta es que nos pongamos de acuerdo para trabajar juntos en favor de una gran visión.
Hay varias cosas que puedes hacer para convertirte en un líder catalizador:
1. Cambiar de buenas intenciones a buenas acciones.
Las buenas intenciones cuentan, pero no producen cambio. En cambio las buenas acciones, por pequeñas que sean, tienen el potencial de generar las más poderosas transformaciones. Alterar el estatus quo, y modificar el modo en que suceden las cosas, no lo logran los que solo sueñan, sino los que unen a sus sueños, las acciones que correspondan.
2. Hacer que las cosas sean posibles.
Para provocar los cambios que se precisan, no necesitas que las cosas sean fáciles, sino que sean posibles. Cuando demuestras que algo se puede hacer, allanas el camino para que otros también lo intenten.
Moisés comenzó a impulsar la creencia de un cambio posible para el pueblo hebreo, con el pequeño acto de defender a sus hermanos. Obtener pequeñas victorias con su vara, frente a un imperio que parecía invencible, comenzó a levantar la moral de todo un pueblo.
3. Haga suya la visión del cambio
Josué no se quedó paralizado después de la muerte de Moisés, él entendió su misión y asumió la encomienda de conquistar la tierra para poder repartirla. Hizo suya la visión que Dios le dio a su líder, y terminó siendo el que la alcanzó.
Noé se adueñó de la visión de salvar a la humanidad de ser destruida, por eso construyó el arca. Abraham se adueñó de la visión redentiva de Dios a través de su simiente, y su fe le fue contada por justicia.
Tú también puedes hacer tuya también la visión de Jesús, y como levadura, leudar toda la masa de la sociedad con los principios eternos y transformadores de su reino.
“(Jesús dijo): ¿A qué compararé el reino de Dios? Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.”
Lucas 13:20-21
Autor: Pr. Nelson Velázquez
Diseño: Desiree Tarrio
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