Salvación

Serie: 5 Beneficios que recibimos en Cristo

#1 Salvación

La salvación es la más grande virtud, porque por medio de ella podemos disfrutar y experimentar a plenitud, todas las otras virtudes y bendiciones de Dios.

La Biblia dice: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12 RVR60).

La palabra "salvación" viene del griego "Sotería", que significa: liberación, preservación, sanidad, prosperidad, felicidad, rescate y bienestar general.

La salvación es una dádiva de vida eterna, que solo Dios puede otorgar, porque Él obtuvo el precio de nuestro rescate, por medio del sacrificio de su Hijo Jesucristo. La salvación es su regalo para el pecador culpable, y la muestra de su amor. Hay cinco verdades que debemos saber acerca de la salvación. Estas son:

a) El único autor de la salvación es Cristo, y no hay otro. Pedro, con una claridad precisa, defendió su fe en Jesús ante el sanedrín judío, expresando con vehemencia: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12). Él es el único mediador entre Dios y los hombres. (Hech. 16:31; 1Tim.2:5).

b) Es personal y voluntaria; la reciben los que aceptan a Jesús como Señor y Cristo. Juan explicó que Jesús puede otorgar la salvación a aquellos que le reciben, y Pablo lo confirmó diciendo que se recibe sólo mediante la fe en Jesús. (Jn.1:11-12, 3:36; 2Tim.3:15, Ef.2:8).

c) Es otorgada por gracia, no se obtiene por méritos humanos. Lo más revolucionario del mensaje de Cristo, es la gracia, para recibir la salvación, no hay necesidad de pagar por ella, ni de calificar para merecerla (Hechos 15:11, Tito 2:11, Gálatas 2:16, Tito 3:5).

d) Es una posesión presente, que se consumará en el futuro. Pedro afirmó en su carta, que la salvación es un tesoro que ha sido preparado, en el pasado, y recibido en el presente, para ser manifestada en el futuro. (1 Pedro 1:5). Con ella obtenemos todas las riquezas de la herencia de Cristo reservadas en los cielos para nosotros como hijos herederos (Ef. 1:18, Apoc.21:7)

e) Debe cuidarse, conservarse, y compartirse. La salvación debe ser predicada y anunciada, porque todos los hombres la necesitan, y Cristo nos ordenó hacerlo. (Filp. 2:12; Mr.16:15).

Pr. Manuel Domínguez.

Serie: 5 Beneficios que recibimos en Cristo

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