“Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos" Apocalipsis 4:6, 8-11 RVR1960
Los cuatro seres vivientes son un modelo visible de adoración celestial, y un paralelismo con nosotros como ejemplos de adoración a Dios en esta escena terrenal. Como Iglesia, generalmente confesamos nuestro deseo que suceda en la tierra, lo que es una eternidad constante de la escena Celestial: “Venga a nosotros tu Reino, que se haga tu Voluntad en la tierra así como es en el cielo”.
Dios en su infinita sabiduría, voluntad y designio ha determinado que esto sea así es a través de su pueblo, sus hijos, Su Iglesia; nosotros somos o deberíamos ser la manifestación visible y gloriosa de Dios en esta escena terrenal. Pablo dijo:
“Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor.” (Efesios 3:10-11).
Aquellos cuatros seres vivientes que adoraban ininterrumpidamente, provocaban una reacción en cadena de alabanzas como resultado, los 24 ancianos también se postran, echan sus coronas, adoran y abren sus bocas en alabanza, y en el capítulo cinco se despliega tal ambiente entero de Adoración, de acción y respuesta, que se convierte en un fluir constante de alabanza y adoración al que está sentado en el Trono y al Cordero.
Lo que estos cuatros seres vivientes hacen de manera ininterrumpida puede ser un ejemplo para nosotros. A propósito de estos seres, algunos teólogos afirman que son una muestra de los 4 tipos de Adoración por sus características, otros dicen que tiene que ver con la manifestación de todo lo creado, en sus diferentes especies.
Lo cierto es que sea cual sea la línea interpretativa, son personajes cuyo propósito único de existencia es adorar constantemente. Esto nos lleva a pensar la similitud con nuestro propósito único y Eterno, “hemos sido creados para la alabanza de Su Gloria.”
Tres acciones detonantes de adoración
Ellos incesantemente estaban diciendo: "Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.” Pero luego nos detalla de manera especifica cómo era esa adoración, son 3 acciones, y podemos tomar su significado para beneficio y crecimiento de nuestra vida de Adoración.
1) Dar Gloria. Implica que declaremos los atributos de Dios de manera audible y visible. Estos seres proclamaban al menos tres de los atributos de Dios: Su Santidad, Su Omnipotencia y su Eternidad, así mismo nuestros labios siempre deben pregonar la grandeza de nuestro Dios “anunciar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable”.
Nuestra adoración también debe ser un acto visible. Que con nuestra vida piadosa rindamos adoración visible a Dios, esto se conoce como “Sebonai”, el tipo de Adoración que glorifica a Dios con nuestra piadosa manera de vivir, que manifiesta la luz de Cristo en nosotros y trae como resultado que otros sean alumbrados, alcanzados y añadidos a la lista de adoradores también.
2) Dar Honra. Esta es una palabra que va en la direccionalidad de la reverencia, respeto, admiración, estima, temor y obediencia, es “Eusebeo” en griego. Esto nos habla de una actitud consciente que nos lleva a vivir constantemente en obediencia, admiración, asombro y expectación por lo que Dios mismo es.
Esta acción se debe producir desde nuestro interior, por la transformación de nuestras conciencias, y como una manera de asumir nuestra posición ante ese Dios Grande, quién ha fijado sus ojos en nosotros, seres no merecedores acercados por pura Gracia y Amor. Dar honra a Dios, es nuestro “culto racional” (Romanos 12:1-2).
3) Acción de Gracias. Agradecer va más allá de simplemente expresar gratitud con las palabras. Debe ser el producto de un corazón que entiende que es y tiene por pura gracia y misericordia. Y que comprende su condición y posición ante el Dios grande y Todopoderoso, y como por el Puro afecto de Su gracia ha sido, acercado, perdonado, redimido y aceptado en Cristo.
Esta es la expresión del cántico nuevo en Apocalipsis 5: “Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”
La orden divina para nosotros es: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18). La verdadera Adoración debe ser producida, impulsada y expresada por un corazón pleno, profundo y constantemente agradecido.
Es necesario que como Iglesia, podamos rendir adoración genuina, profunda y completa al Dios Todopoderoso y que como resultado sea producida una reacción de Adoración en cadena a nuestro alrededor. Como sucedió en la cárcel oscura y fría de Filipos, luego que Pablo y Silas, después de ser azotados y torturados, alabaran sin reservas a Dios, provocando que un hombre pecador asustado y tembloroso se postrara ante Dios, obtuviera salvación y se contara a partir de ese momento entre los adoradores de Dios para la Eternidad.
"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 5:16)
Pr. Sergio David Villegas
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